A quien corresponda:
“Lo mejor que me pudo haber pasado fue sentarme justo enfrente de una niña que gozaba completamente la película:
“Qué bonito canta, verdad papá”
“Yo quiero ser como ella”
“Qué le pasó a su voooooz”
“Qué bonita la sirenita, papá”.
Ahí nos damos cuenta que el problema, las críticas, la discriminación y el egoísmo es de los más grandes. Las infancias gozan, ríen, saltan en medio de una sala de cine que recordarán por siempre.
Las infancias importan.
La representación importa ❤️”