¡Grave! Mientras los ciudadanos deben pagar cada centavo de sus recibos, Pemex y CFE ahora podrán simplemente cancelar sus adeudos con proveedores si consideran que es “inviable” cobrarlos.
La reforma energética de Claudia Sheinbaum les dará poder absoluto para decidir a quién pagan y a quién no, dejando a proveedores en el abandono.
Menos transparencia, más poder político: Se reducen los consejeros independientes en sus consejos de administración, limitando la participación de minorías parlamentarias.
⚠️ Miles de empleados en riesgo: Se busca operar con el mínimo de personal, lo que podría traducirse en despidos masivos y la pérdida de jubilaciones. Un golpe brutal para las familias que dependen de estos empleos.
¿Austeridad o manipulación? Se impone un Comité de Recursos Humanos y Remuneraciones, pero sin claridad sobre salarios y beneficios internos.
Una vez más, el Estado se blinda mientras los ciudadanos y empresarios cargan con la crisis. ¿Y los afectados? Que se aguanten.