En plena pandemia y con altos índices de contagio en el Municipio, el Banco del Bienestar que provee los préstamos a la palabra que otorga el Gobierno Federal y que corresponde a las medidas de “apoyo” ofrecidos por el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, se convirtió la tarde de hoy en un foco de contagios.
Decenas de personas se aglomeraron en las instalaciones del Banco y sus alrededores sin respetar las medidas de sana distancia y algunos sin utilizar cubrebocas.
Por parte de la Institución Bancaria puesta en marcha por el Gobierno Federal no hubo un protocolo de sana distancia ni mucho menos se le dijo a las personas que llegaron, las reglas de operación del programa por el cual llegaron.
La falta de información y difusión efectiva de las formas en las que serían entregados los apoyos y el poco tacto por parte de los representantes del los programas federales en Campeche pusieron en riesgo a cientos de personas en el municipio que a su vez ponen en riesgo de contagio a sus familiares y personas a su alrededor.
Parece que al Gobierno Federal poco le importa que el Municipio del Carmen mantenga índices altos de contagios de COVID19, y no establezca protocolos y planifique la entrega de los apoyos sin la necesidad de poner en riesgo la salud de los habitantes de Carmen.
Los representantes de estos programas quienes son los operadores directos de Andrés Manuel López Obrador, parecen fantasmas pues dicen que existen pero nadie los ha visto, parece que mantienen una estricta cuarentena y se les olvida que deben dar solución a los problemas.
Y el problema aquí es que los créditos a la palabra pueden ser solicitados, darle seguimiento y cobrados mediante las aplicaciones de los bancos y en las páginas oficiales del Gobierno de la República sin necesidad de salir de casa.
Pero a los de la 4T se les olvida que ante la pandemia también deben trabajar y hacer llegar la información a los beneficiarios de los programas y a la comunidad carmelita y no exponerlos a que se contagien o contagien a los demás.
