Carmen está por encima del precio promedio de las tortillas, pues ha subido hasta un 20%, lo que se refleja más en la zona este de la isla, donde el kilo alcanza los 24 pesos.
Felipe Suárez Vera, industrial de la masa y la tortilla, reveló que los empresarios del sector se han visto obligados a ajustar al alza el precio porque los insumos que se utilizan para su elaboración, entre ellos el gas y el maíz en harina, se “explotaron” durante el primer semestre del año. . Además, advirtió, amenazan con aumentar aún más, ya que en sectores como Belisario Domínguez, compositores y renovación, se observa una tendencia al alza, quizás por el tipo de proveedor que tienen a su disposición, ante lo cual les afectaría una caída en los precios.
“La inflación siempre está fuera de control, con frecuencia se reporta mayor aumento en el precio del kilo de tortillas y no habrá forma de detenerlo, a diferencia de las tiendas comerciales o supermercados, el costo es menor, pero de menor calidad”. El lunes, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) dio a conocer que Maseca, la mayor productora de maíz en grano del país, fue la causante del alza, pero lo cierto es que el insumo total sigue siendo más caro, dice Suárez Vera.
Señaló que a principios de año el precio promedio del kilo de tortillas en Carmen era de 20 pesos, pero que hay diferencias entre las regiones de la isla, pues mientras en la parte central se reporta en 22 pesos y en el este llega a 24 pesos. Los proveedores de harina dicen que la guerra entre Rusia y Ucrania afectó la producción mundial de granos, lo que generó escasez y altos precios para sus derivados, como la harina.
“Es necesario que el Gobierno Federal tome cartas en el asunto para evitar que continúe el aumento de precios en los insumos, principalmente en la harina de maíz, la cual cada semana varía y afecta al sector industrial del ramo”.
Por su parte, María del Carmen Jiménez Muñoz, habitante de la colonia Santa Margarita, señaló que hablar de un incremento de sólo 2 ó 4 pesos al kilo de tortilla pareciera no afectar la economía familiar, pero por ser de consumo diario a la semana sí impacta al gasto.
“La carestía de algunos productos se vuelve insostenible, al grado que ni los programas sociales o asistenciales federales resultan de ayuda a ciudadanos y obreros”.
A los consumidores no les queda más que aceptar el aumento, pues la tortilla es tradicional en la dieta de todas las familias, además de que en este Municipio no hay módulo de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), para que regule precios, lamentó.