Los repartidores en motocicleta o como se les conoce en Carmen “Mandaditos” se han vuelto un verdadero dolor de cabeza para los automovilistas (cabe aclarar que no todos), en esta época de crisis su ingenio ha hecho que más de un conductor tenga que pagarles por supuestamente “atropellarlos”.
Un grupo de estos llamados mandaditos ha adoptado la mala práctica de tirarse de la moto y culpar al automovilista, alegar que fue atropellado o que el conductor golpeó la moto sin siquiera tocarlo.
Regularmente ocupan la oscuridad de la noche en avenidas poco transitadas para poder actuar y amenazar a los automovilistas, luego del supuesto accidente el mandaditos en cuestión le marca a miembros de su agrupación para que lleguen a hacer presión y labor de intimidación, extorsionando y diciendo que se arreglen en el lugar para evitar que llamen a la policía y si se niega al “arreglo” empiezan las intimidaciones u agresiones.
Muchos de los conductores han accedido a arreglarse en el lugar para evitar ser agredidos, los que no caen en el chantaje terminan detenidos pues el motociclista se aferra a decir que fue atropellado, ya en el ministerio público los mismos miembros de la agrupación exigen entre 10 mil y 20 mil pesos a los familiares para otorgar el perdón al automovilista y así pueda salir.
Cabe hacer mención que si bien se está volviendo una práctica recurrente, no todos los mandaditos se han prestado a realizarla y han decidido enviar de manera anónima sus denuncias en las cuales revelaron que los que lo realizan muchas veces solo se hacen pasar por mandaditos sin serlo y solo manchan el nombre de quienes realizan la labor de repartidores en motocicleta.
