Por Ángel Islas
Sobre la Neuroeducación, hay muchas cosas que podemos decir. Primeramente, el objetivo de la educación es el aprendizaje y para que suceda, se requiere producir una mejora en los métodos de enseñanza y en los diferentes programas educativos en consonancia con la neurociencia, ya que el cerebro es el centro donde se procesa, almacena y recupera la información necesaria para adquirir nuevos conocimientos y habilidades. Este proceso lo estudia la neuroeducación.
La neuroeducación es la disciplina que estudia y aplica los conocimientos existentes sobre el funcionamiento del cerebro durante el proceso de enseñanza y aprendizaje, con la finalidad de optimizarlo. Esta nueva disciplina educativa fusiona los conocimientos sobre neurociencia, psicología y educación, con el objetivo de optimizar el proceso de enseñanza y aprendizaje.
En un inicio, la neuroeducación buscaba explicar algunas condiciones que dificultaban el aprendizaje como la dislexia (dificultad para leer),la discalculia(dificultad en el aprendizaje de las matemáticas ) el trastorno de déficit de atención e hiperactividad, pero poco a poco los investigadores han ayudado a entender los procesos neuronales que tienen que generarse para poder aprender a leer y a desarrollar el sentido numérico en los estudiantes.
Estudios científicos han revelado que diferentes áreas del cerebro se activan cuando los estudiantes adquieren conocimientos y habilidades. Dichos estudios también explican que hay partes del cerebro que están conformadas de diferentes maneras y que por consecuencia existen diferentes formas de aprender. Al conocer estas regiones cerebrales y su función, los educadores pueden diseñar estrategias de enseñanza que aprovechen los mecanismos de aprendizaje del cerebro.
Esto incluye la identificación de técnicas de enseñanza que fomenten la atención, la memoria, la motivación y el pensamiento crítico. “Así pues, los hábitos y estrategias son específicos para cada persona, dado que cada uno tiene su método y ritmo de aprendizaje propio” (Caballero, 2018).
La neurociencia en la educación también influye en el diseño de entornos de aprendizaje. Los estudios han demostrado que un ambiente estimulante y enriquecido puede tener un impacto positivo en el rendimiento académico de los estudiantes. Los educadores pueden aplicar principios neurocientíficos para crear entornos que promuevan la atención, la concentración y la creatividad. Esto puede incluir el uso de colores, iluminación adecuada, organización del espacio y elementos visuales para facilitar la retención de información.
Podemos decir que actualmente se ha convertido en un recurso esencial que permite a los docentes adaptar sus estrategias, enfocarse en las necesidades individuales de los estudiantes y crear entornos de aprendizaje más efectivos.
Los investigadores han llegado a la conclusión que algo tan complejo como el aprendizaje requiere que los estudiantes realicen tres procesos consecutivos:
Primero codificar, luego almacenar y por último recuperar.
• Codificar, es cuándo la información es absorbida por el cerebro, así como una esponja.
• Almacenar, es cuando esperamos que una vez que la información ha entrado se mantenga como conocimiento.
• Recuperar, se produce cuando rescatamos y traemos a la mente algo que hemos aprendido previamente y cuando sucede esto, es cuando realmente estamos aprendiendo.
El objetivo de la neuroeducación es incrementar la eficiencia en la educación y mejorar la atención a las necesidades individuales de los estudiantes.
Cada estudiante tiene un cerebro único con diferentes fortalezas, estilos de aprendizaje y ritmos de procesamiento de información. Los educadores pueden utilizar conocimientos neurocientíficos para adaptar la enseñanza a las necesidades individuales de los estudiantes. Esto implica utilizar evaluaciones formativas y herramientas de monitoreo para identificar las áreas de fortaleza y las dificultades de cada estudiante, y luego ajustar las estrategias de enseñanza en consecuencia.
La neurociencia en la educación ha llevado al desarrollo de técnicas de enseñanza basadas en la investigación cerebral,estas técnicas se centran en utilizar estrategias que se alinean con los procesos cognitivos y emocionales del cerebro. Por ejemplo, el uso de la narración de historias puede activar las regiones cerebrales relacionadas con la emoción y la memoria, lo que facilita la retención de información. Otros enfoques incluyen el aprendizaje basado en proyectos, el uso de la gamificación (aplicación del juego en un ambiente de aprendizaje) y la incorporación de actividades prácticas para promover el aprendizaje activo.
¿Cómo implementar la neuroeducación en el aula?
1. Crear un ambiente positivo
2. Potenciar el aprendizaje emocional
3. Usar diferentes estilos de enseñanza
4. Establecer un entorno físico óptimo
5. Aplicar distintas actividades para enseñar el mismo tema
6. Utilizar juegos
7. Realizar proyectos usando la experiencia personal
8.Entre otros
La implementación de la neurociencia en la educación tiene el potencial de generar beneficios a largo plazo para los estudiantes, al comprender mejor cómo aprenden y retienen información.
Los educadores pueden adaptar sus enfoques de enseñanza para satisfacer las necesidades individuales de los estudiantes, promoviendo un aprendizaje más profundo y significativo. Esto puede llevar a un mayor rendimiento académico, mayor motivación, mejor bienestar emocional y una mayor capacidad para aplicar el conocimiento en situaciones de la vida real.
En resumen, la neuroeducación ofrece un marco teórico y práctico para mejorar la enseñanza y el aprendizaje, integrando descubrimientos científicos sobre el cerebro con la práctica educativa para maximizar el potencial de los estudiantes.
De acuerdo con lo que hemos expuesto sobre la neuroeducación, encontramos que es importante porque proporciona una base científica sólida para mejorar los procesos de aprendizaje y enseñanza, al comprender mejor cómo funciona el cerebro durante el aprendizaje, esto ayudará los educadores a aplicar estrategias sencillas y efectivas que beneficien a todos los estudiantes, promoviendo un aprendizaje más profundo, significativo y accesible.
La neuroeducación se basa en principios científicos derivados de la neurociencia cognitiva y otras disciplinas relacionadas. Esto proporciona una comprensión más profunda de cómo funciona el cerebro durante el aprendizaje, qué procesos cognitivos están involucrados y cómo se pueden optimizar. Al integrar la neurociencia en la educación puede conducir a la creación de nuevas tecnologías y enfoques educativos innovadores.