Los niños mayores de 12 años deberían llevar cubrebocas en las mismas condiciones que los adultos para luchar contra la pandemia del coronavirus (COVID-19), según las más recientes recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicadas el viernes desde la sede ubicada en Ginebra, Suiza: “Se debe usar este artefacto cuando no se pueda aplicar distanciamiento social de al menos un metro y medio”.
La Secretaria de Salud (Ssa) de México ha informado que los niños tienen menos probabilidades de desarrollar COVID-19 grave.
Sin embargo, llama al uso generalizado del cubrebocas porque es un utensilio de prevención que se suma a otras medidas de seguridad.
La agencia sanitaria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó una serie de recomendaciones sobre el uso del cubrebocas entre los menores de 18 años, en función de su edad, etapas de crecimiento y necesidades psicológicas y sociales. La OMS recomienda que “el uso del cubrebocas entre los niños de 12 años y más grandes se realice en las mismas condiciones que los adultos”.
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Otras indicaciones
En cambio, los niños de cinco años pueden no portar cubrebocas.
La recomendación de la OMS de que niños mayores de 12 años utilicen cubrebocas se fundamenta en aquella seguridad y el interés general del menor, “y en su capacidad de utilizar el cubrebocas de manera correcta con una asistencia mínima”. Los niños de entre seis y 11 años podrán utilizarlo o no, dependiendo de una serie de factores: niveles de transmisión del virus en la zona donde vivan o capacidad de utilizarlo correctamente.
El acceso a cubrebocas, el hecho de lavarlos y la supervisión de un adulto también son cuestiones que la OMS considera fundamentales. Para niños de seis a 11 años, otros factores a tener en cuenta son el impacto que su uso pueda tener en su aprendizaje o desarrollo psicológico y social y sus interacciones con otras personas en situación de riesgo respecto a la pandemia del coronavirus.
La OMS también subrayó que no deberían llevar cubrebocas los niños con minusvalías o enfermedades que lo desaconsejen.
También considera que no deberían utilizarlo “cuando hagan deporte o practiquen una actividad física, como correr, saltar o jugar, para que no moleste su respiración”.