El anhelo de décadas, cuya necesidad de materializar se logró un 24 de noviembre de 1994, fue inaugurado a poco más de una semana de concluir el sexenio del gobierno del presidente Salinas de Gortari.
Muchos paisanos nos citamos en ese evento para el recuerdo y, sobre todo, para cruzarlo caminando.
Antes del puente, conocimos la penitencia en vida al llegar a Zacatal, a instantes de haber zarpado el último pangazo del día.
Sin duda, el puente fue y sigue siendo una importante contribución para el desarrollo de nuestra isla, de nuestro municipio, del Estado y del sureste del país.
Claro que nos merecemos una felicitación por vivir sus beneficios.
Relato: Gonzalo Cervera (Grupo) Soy Carmelita al 100%