El peso se tambaleó de manera brusca este viernes y sábado frente al dólar, hilando su tercera semana en negativos, cuando el billete verde se fortaleció en los mercados internacionales y los índices de capitales se pintaron de un tenue rojo.
Lo anterior, en un entorno donde los inversionistas evalúan las cifras de COVID-19 en Estados Unidos, las advertencias de la Fed para los bancos y las cifras de la actividad económica de México durante abril.
Con los mercados ajustándose poco más del 2 por ciento en Estados Unidos, la paridad dólar-peso superó momentáneamente el nivel psicológico de las 23 unidades, niveles que no se veían desde el 22 de mayo pasado.
De acuerdo con datos de Banco de México, la moneda mexicana se depreció este viernes 0.96, y cotiza en las 22.98 unidades, esto en el ámbito interbancario. En la semana la paridad perdió 1.48 por ciento.
En ventanilla bancaria, el dólar se vende en 23.35 pesos, según Citibanamex.
En la sesión, la divisa nacional toca un mínimo de 22.6429 unidades por dólar a las 12:50 horas, mientras que el máximo del día se ubicó en 23.0771 unidades, a las 9:40 horas.
El índice Bloomberg, que mide la fortaleza del billete verde frente a una canasta de diez divisas, sube 0.31 por ciento, a los mil 222 puntos.
Las divisas latinoamericanas se preparan para cerrar la semana a la baja frente al dólar, a medida que aumenta la aversión al riesgo y los temores por una segunda ola de contagios por coronavirus.
“El peso mexicano intenta salir de la consolidación en la que ha estado desde hace dos semanas y la paridad rompe por encima del 23. Sin embargo, todavía no ha confirmado una ruptura real por encima de ese nivel y es posible que regrese a la baja, pero la economía mexicana se contrae a su nivel más alto en la historia y eso podría continuar presionando al peso”, comentó Alexander Londoño, analista de Mercados, ActivTrades .
En este contexto, el Banco de México llamó a subasta de coberturas bancarias por 200 millones de dólares en 60 días, como parte del programa que ha venido implementado para contener la volatilidad en el mercado.
El número de nuevos casos de COVID-19 reportados el jueves en EU aumentó a más de 37 mil, el más alto desde el brote de la enfermedad, por lo que los gobernadores están deteniendo los planes de reapertura en Texas, Carolina del Norte, Louisiana y Kansas.
El lado positivo del aumento en los casos es que las muertes no están aumentando a la misma velocidad, posiblemente debido a que los miembros más vulnerables de la población siguen siendo cautelosos.
Los funcionarios de la administración Trump han dicho nuevamente que no se repetirán los cierres que golpearon la economía en marzo. En otras latitudes, la tasa de infección en Alemania cayó y Rusia informó el menor número de casos nuevos desde abril.
Por otra parte, la Reserva Federal advirtió a los bancos más grandes de EU que las consecuencias de la recesión económica podrían provocar pérdidas crediticias significativas. Como resultado, los reguladores limitaron los pagos de dividendos y prohibieron las recompras hasta septiembre.
Las cifras publicadas en el vecino del norte mostraron que los ingresos de los estadounidenses se contrajeron 4.2 por ciento, ligeramente menos a las previsiones, en contraste el gasto se mantuvo en terreno estable y este mostró un aumento de 8.2 por ciento.
En datos económicos, locales el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicó un par de indicadores relacionados con las cifras de la balanza comercial durante mayo, la cual mostró que el comercio mexicano registró un déficit por 3 mil 522 millones de dólares.
Por otra parte, el Indicador Global de la Actividad Económica mostró que la economía se contrajo 19.85 por ciento en el cuarto mes del año.