Las víctimas del tiroteo perpetrado por Salvador Ramos, de 18 años, en la primaria Robb en Uvalde, Texas, ascendieron a 21, reportaron las autoridades.
Los fallecidos son todos menores de edad y las maestras Irma García y Eva Mireles.
“Mi pequeño amor ahora vuela con los ángeles arriba. Por favor, no des nada por sentado. Abraza a tu familia. Diles que los amas”, se lamentó en redes Angel Garza, padre de una niña de 10 años que murió en el ataque.
De acuerdo con las autoridades locales, Ramos sería estudiante de una preparatoria del área y antes de dirigirse armado a la primaria, le habría disparado a su abuela.
Antes de pedir las banderas a media asta, Joe Biden, presidente de Estados Unidos, dijo que estaba “enfermo y cansado” de responder a los tiroteos masivos y “¿por qué permitimos que esto siga sucediendo?, ¿por qué estamos dispuestos a vivir con esta masacre?”.
Políticos admiten que estos ataques son un problema casi exclusivo de EE.UU., donde las armas han superado a los choques como las causas de muerte de niños y adolescentes, pero pese a abrir debate no hay una clara resolución.